La característica fundamental de la gastronomía gallega es la alta calidad de sus materias primas, tanto en carnes de todo tipo (fundamentalmente de ganado bovino, porcino y de corral, siendo también reseñable la caza) como productos del mar (Galicia tiene una larga tradición marinera y de aprovechamiento de todo tipo de recursos marinos), así como en derivados (importantísima producción láctea, aunque perjudicada por la incorporación a la CEE) y en productos agrícolas (variada producción cerealera y hortícola).
Graecia quam Troiae divino numine vexit, Omniaque e latis rerum vestigia terris. Velut ego nunc moveor. An quae de prudentia, de cognitione rerum, de coniunctione generis humani, quaeque ab eisdem de temperantia, de modestia, de magnitudine animi, de omni honestate dicuntur? Et tamen quid attinet luxuriosis ullam exceptionem dari aut fingere aliquos, qui, cum luxuriose viverent, a summo philosopho non reprehenderentur eo nomine dumtaxat, cetera caverent?
La característica más destacable de sus producciones culinarias es la sencillez
Apenas se transforman las materias primas, que así se pueden disfrutar en toda su intensidad natural. De esta forma, la base fundamental de la mayoría de las recetas gallegas es la mera cocción. Los moderados aditivos, adobos y especias no ocultan nunca las cualidades de los productos principales de los platos, que el gallego gusta de reconocer tanto a la vista como al gusto. Las recetas piden ser cocinadas preferiblemente en cantidades copiosas dejando que se interrelacionen sus componentes.
Escasean más que en otras zonas de España los productos curados (la humedad ambiental no siempre permitiría desarrollar estas variedades), prefiréndose para la consevación del producto fresco salazones ligeras que se alivian antes de cocinarlas; en relación con esto, está el hecho de que sus variedades en embutidos y chacinería en general son menos numerosas que en zonas vecinas del norte peninsular.
Uno de los elementos exteriormente más conocidos de la cocina gallega es el marisco (una de las más conocidas es la mariscada), sobre todo en las zonas costeras, que destaca sobre el de otros mares por la intensidad de su sabor. Sin embargo, su consumo no ha tenido importancia en los aportes nutritivos tradicionales de la población ni en sus modos culinarios, siendo considerado un alimento de orden menor, más bien propio de familias desfavorecidas (que, al carecer de tierras y ganado, lo recolectaban libremente en las zonas costeras), hasta épocas bastante recientes y en gran medida por imposición de usos externos.
Es recolectado en las rías gallegas, aunque algunas variedades son cultivadas, sobre todo bivalvos (almejas o mejillones, de los cuales Galicia origina casi la mitad de la producción mundial para el consumo, de excelente calidad). Las rías contienen una vastísima riqueza biológica, estando la cantidad y calidad de sus producciones reconocidas como una de las más importantes a nivel mundial.
Otros platos reconocidos que hacer las delicias de los paladares mas exigentes.
Lacón con grelos
Para muchos se trata del plato estrella de la cocina gallega. Sencillo y muy apetitoso, se compone tal y como su nombre indica de lacón, grelos y patatas cocidas. También puede ir acompañado de chorizo. En sus orígenes, el lacón con grelos era un plato típico de la época de Carnaval, porque coincide con el mejor momento del año para la recogida de esta verdura. Su elaboración consiste en la cocción de todos los ingredientes.
Pulpo «á feira»
Una receta típica de los romerías gallegas, protagonizada por uno de los alimentos más famosos de la gastronomía gallega: el pulpo. La receta consiste en introducir pulpo limpio de sus vísceras en una olla de cobre donde se cuece para ablandar su carne. Tras la cocción se corta en rodajas de un centímetro de grosor aproximadamente y se sirve espolvoreado con pimentón. Se suele acompañar de «cachelos», patatas cocidas con piel y rociado de aceite de oliva.
Androlla
Típica de las provincias de Orense y Lugo y muy famosa en municipios como Viana do Bolo, la androlla es una especie de embutido relleno con carne de cerdo junto con la piel del cerdo asada y picada en trozos pequeños. Todo ello se adoba con pimentón, sal y ajo. En Galicia, además, se le suelen añadir huesos. Luego se embute en una tripa gruesa y se somete a curación y ahumado.
Percebes
Los profesionales de la cocina dicen que los percebes son uno de los platos más fáciles de preparar porque lo que cuenta es la calidad del producto. Conocidos como el tesoro del mar gallego, la elevada dificultad que presenta su captura hace de ellos un manjar que solo hay que degustar cocidos y con sal. Si se trata de un entrante, se considera que una cantidad adecuada es de 1 kilo por cada 4-5 personas.
Filloas
Blancas, de leche, con sangre, dulces o saladas, las filloas se suelen comer en Galicia en la época del Carnaval aunque cada vez más se hacen ya en cualquier época del año. Hechas con huevo, leche y harina, tradicionalmente se cocinaban en las «lareiras» de las casas antiguas, que tenían una parte destinada a apoyar el plato de las filloas para que estuvieran calientes mientras se hacían. Son un postre que se remontan a la época romana y que puede rellenarse con cremas dulces como membrillo, chocolate, castañas cocidas, mermelada e incluso nata.
Empanada
En cada zona de Galicia se hace una diferente, con harinas y rellenos distintos aunque las más típicas son las de atún o bacalao. También son muy solicitadas las de zamburiñas, zorza o carne e incluso las de mejillones con chorizo. Entre las más famosas, las de Orense, generalmente redondas.
Pote gallego
Los ingredientes básicos del cocido gallego son todos los procedentes de las matanzas del cerdo. Lacón cocido y chorizo que se acompañan con garbanzos, naviza, jarrete de ternera y pezuña de cerdo. Estrella de la Feira do Cocido de Lalín, en época de carnaval se come en todos los puntos de Galicia. Es un plato tradicional aldededor del que muchas familias se sientan a la mesa.